El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se desvinculó de responsabilidades en el escándalo de millonarios sobornos y justificó que no puede “controlar todo”.

La detención el miércoles 27 de siete altos funcionarios del rector del fútbol mundial, entre ellos su vicepresidente, remeció a la institución que este viernes celebrará las elecciones en que Blatter, desde 1998, postula a un nuevo período.

“Sé que algunos me han considerado responsable. No podemos controlar a todo el mundo todo el tiempo (…) No hay sitio para la corrupción de ningún tipo”, manifestó el titular del organismo.

En la inauguración del 65 Congreso en Zúrich, Blatter se comprometió a restaurar la confianza en la FIFA en medio de la investigación de la Fiscalía General de Estados Unidos por supuestos cobros de más de US$100 millones a empresas a cambio de contratos de transmisiones de partidos y auspicios.

“Soy responsable de buscar la forma de arreglar las cosas, pero no de las acciones de mala conducta de algunos que corrompen el fútbol (…) Es necesario empezar a restaurar la confianza en la FIFA. Hay mucho que hacer para garantizar que todo el mundo tiene una actitud correcta”, añadió.