España tiene nuevos reyes. En una ceremonia solemne, marcada por la austeridad, asumió el trono tras jurar por la Constitución. De esta forma, acompañado por su esposa, Ortiz, sucede a su padre, Juan Carlos I, quien en la víspera abdicó a la corona.

En su primer discurso como rey, Felipe de Borbón priorizó la política exterior, en especial con Iberoamérica e hizo un llamado a la unión. Asimismo, resaltó la labor de sus padres como soberanos de España.

Fue el propio Juan Carlos, quien antes de la ceremonia de proclamación en el Congreso de los Diputados, impuso a su hijo un fajín que simboliza su nombramiento como capitán general de los Ejércitos.

Durante la ceremonia, se situaron en la parte central el nuevo monarca, junto a su esposa, la reina Letizia, y sus hijas, la nueva princesa de Asturias, Leonor, y la infanta Sofía.

La reina vistió un elegante conjunto de abrigo y vestido blanco, mientras sus hijas lucieron vestidos de modelo similar, pero de colores diferentes.

Don Juan Carlos no asistió a la ceremonia para no restarle protagonismo a su hijo. Sin embargo, sí lo acompañaron su madre, la reina Sofía y su hermana, la infanta Elena.

Una vez culminada la ceremonia de proclamación, los nuevos reyes se desplazaron en un descapotable por las calles del centro de Madrid hasta el Palacio Real, siendo vitoreados por miles de personas a lo largo del recorrido.

En el Palacio Real, Felipe y Letizia saludaron desde el balcón central a los miles de ciudadanos congregados. Poco después se les unieron sus hijas, y finalmente los reyes Juan Carlos y Sofía, quienes mantendrán el título.