Dunga volvió a la cabeza de la selección de Brasil, en reemplazo al vapuleado Luiz Felipe Scolari, asegurando que hay un duro trabajo por delante y que no “venderá ilusiones” a los brasileños.

Esta es la segunda vez en la que el excapitán de la ‘Scratch’ lidera el equipo nacional y una oportunidad de redimirse tras un pobre desempeño durante el Mundial Sudáfrica 2010, torneo en que Brasil cayó en cuartos de final.

A pesar de eso, la figura de Dunga es menos dolorosa que la de Scolari, bajo cuyo mando los brasileños fueron goleados 7-1 por los germanos.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) señaló que la elección de Dunga forma parte de un proyecto que se extiende hasta 2018. Su primer reto será la Copa América en 2015.

Durante su presentación Dunga evitó mostrarse triunfalista. “No podemos vender una ilusión al hincha de que vamos a conseguir lo que queremos de un día para otro. Va a ser un trabajo fuerte”, aseguró.

Añadió que la Copa América será un reto para Brasil, ya que cuenta con selecciones que crecieron mucho como Argentina, Colombia, Ecuador y Uruguay. También señaló que el camino a la clasificación del Mundial Rusia 2018 será difícil.

La sobriedad del seleccionador pareció filtrarse a los medios de comunicación locales, que recibieron el anuncio de su contratación tibiamente.