Las fuertes lluvias que asedian el sureste de causaron al menos 39 muertos y 50 mil evacuados este mes solo en los estados brasileños de Espírito Santo y Minas Gerais.

Espírto Santo sufre las peores precipitaciones en los últimos 90 años. El mal clima causó la muerte de 21 personas y 48 mil evacuados. Algunas localidades siguen inundadas, mientras que hay problemas para acceder a ciertas ciudades.

“Vamos a tener que reconstruir el estado”, indicó el gobernador Renato Casagrande en un comunicado oficial.

Minas Gerais, cuya temporada de lluvias comenzó en octubre, ya perdió 18 personas, más de la mitad en los últimos días, y tiene más de cuatro mil evacuados, .

El martes, la presidenta Dilma Rousseff visitó las áreas afectadas en Espírito Santo y anunció una amplia movilización del Gobierno para atender a los damnificados.

Entre las acciones prometidas, está el rescate de cientos de familias aisladas por las lluvias y suministros para quienes lo perdieron todo.