La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió en el Palacio de la Alvorada (Brasilia) a las selecciones masculina y femenina de voley playa.
Los jugadores almorzaron con la mandataria y en gratitud por el recibimiento no tuvieron mejor idea que regalarle una camiseta de la selección.
Sin embargo, y al momento de ponérsela, Dilma Rousseff pasó algunos apuros debido a que la elástica no le quedó tan entallada.
Felizmente para ella todo quedó en la anécdota y al final les deseó suerte a los deportistas de cara a las próximas competencias.