El presidente de Estados Unidos, , evalúa realizar modificaciones en una norma aprobada en 2008 para acelerar la deportación de los niños centroamericanos que llegan a la frontera con México.

Así lo indicó a la agencia Efe un funcionario de la Casa Blanca que prefirió mantenerse en el anonimato. La idea que maneja el mandatario es cambiar una ley que exige que la Patrulla Fronteriza entregue al Departamento de Salud a aquellos niños indocumentados que crucen el límite del país y cuya nación de origen no comparta frontera con Estados Unidos, en vez de deportarlos de inmediato.

La fuente añadió que eso permitirá tratar a los menores de Centroamérica “como tratamos a los niños de México”, que sí pueden ser deportados a su ingreso al país. “En cualquier caso, se examinará cualquier petición humanitaria relacionada con cada uno de los niños y se asegurará que los países donde se va a devolver a los niños tengan mecanismos para poder reintegrarlos de forma segura”, mencionó.

El Gobierno estadounidense estima que unos 90 niños y adolescentes no acompañados cruzan la frontera entre Estados Unidos y México. La cantidad de detenidos en los últimos nueve meses ascendería a 52.000, cantidad que podría aumentar a 100.000 a fin de año.

Durante su visita a Panamá, el secretario de Estado, , pidió a los países de América Central trabajar en conjunto con el gobierno de Obama para frenar la llegada masiva de menores que entran a Estados Unidos de forma ilegal.

El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que la crisis ha llegado a un “momento crítico” y que es necesaria una “acción concertada” para resolver los casos de más de 50.000 jóvenes detenidos en el país norteamericano.