El astro auriverde se mostró al mundo jugando por el Cruzeiro de Belo Horizonte. El ‘Azulao’ sería la vitrina para que su destino sea Europa e inicie así una brillante carrera futbolística.

Tras su buena participación en el Brasileira y la Selección Sub 17 de su país, el PSV Eindhoven se haría de sus servicios, tras ganarle la puja al Ajax de Amsterdam.

Su paso por el fútbol holandés no puso ser mejor, 42 goles en 46 partidos lo catapultarían al poderoso Barcelona de España, club en el que para muchos se vio al mejor Ronaldo de toda su carrera deportiva.

Con los blaugrana, el ‘Fenómeno’ marcaría 47 anotaciones en 51 encuentros. Pese a esta marca, la directiva catalana no aceptó subirle el sueldo, lo que molestó al brasileño y encaminó así su marcha al Inter de Milán.

El club interista pagó la suma de 4.000 millones de pesetas por Ronaldo, quien revolucionó la Serie A con su capacidad goleadora, potencia y técnica con el balón.

Pese a los goles del brasileño, el Inter no pudo ganar el Scudetto que quedaría en manos de la Juventus.

Tras su subcampeonato del mundo en Francia 1998, su título mundial en Corea – Japón 2002 y superar sus lesiones en la rodilla, Ronaldo volvería a España, pero esta vez para vestir la camiseta blanca del Real Madrid y conformar el llamado equipo galáctico.

Pero las lesiones, los problemas de peso y el hipotiroidismo detectado en 2007, volvieron a ser un tormento para el brasileño, quien no tuvo un feliz paso por el AC Milan, club con el que disputó 20 encuentros y marcó solo 9 goles.

Ronaldo decidió entonces volver a brasil y cuando todo hacía indicar que jugaría en Flamengo, terminó fichando por el Corinthians, club en el que se retiraría del fútbol tras una magra actuación en la Copa Libertadores del 2001, en la que el ‘Timao’ fue eliminado en la fase previa por el Tolima colombiano y el ‘Fenómeno’ fue uno de los más cuestionados por los torcedores.