Y es que desde horas de la tarde comenzaron a llegar a los hinchas locales, quienes pasadas las 23:00 horas aumentaron en cantidad y por ende en la intensidad de bulla que realizaban.

Si bien el hotel Westin posee una estructura que impide que el ruido del exterior afecte a sus huéspedes, esto no desanimó a los aficionados que prosiguieron con sus gritos y cánticos.

Hay que señalar, que las calles aledañas al hotel donde se encuentra hospedada la selección chilena se encuentran restringidas tanto para el paso de vehículos como de peatones.