El atacante nacional sufrió un corte en la ceja en el partido, tras un duro codazo del uruguayo Walter Gargano. Sin embargo, continuó jugando con normalidad.

Pero el esfuerzo parece haber tenido secuelas, ya que cuando finalizó el match se vio como Paolo Guerrero era retirado en camilla y completamente sedado.

No hubo noticia oficial sobre su estado, salvo la declaración de Sergio Markarián en la que señalaba que fue conducido a una clínica cercana y que era duda para el choque ante Venezuela.