Este empate entre Bolivia y Perú (1-1) deja un sin sabor, pero deja muchas lecciones. Sobre todo porque es un equipo que juega por primera vez una Eliminatoria y porque rescató un punto en La Paz tras más de 20 años.

Lo Bueno:

Hubo Equipo. Sergio Markarián logró hacer un cuadro solidario, ordenado y que jamás se rindió. Se demoró 11 días en encontrar a los futbolistas que mejor respondían en la altura con la ayuda de la ciencia y la gran mayoría jugó por encima de lo esperado.

Se sumó. Pese a que en el balance general tuvimos varias ocasiones de gol como la de Chiroque, Cominges, Ávila, entre otras; siempre es bueno sumar. Como se dice, si no lo puedes ganar tampoco lo pierdas.

Apuesta de Markarián. Muchos creían que a la altura debíamos ir con los ‘extranjeros’, que estábamos regalando el partido. Sin embargo, el DT apostó por jugadores que no estaban en la lista de nadie para estas Eliminatorias y logró convertirlos en equipo competitivo que sí dio la altura en la altura.

Lo Malo:

No somos eficaces. Una vez más la falta de definición nos terminó costando lo que pudo ser una victoria. Tuvimos unas tres o cuatro ocasiones de gol y las mandamos afuera. Esto lo venimos arrastrando desde el inicio de la Eliminatoria, no sabemos cerrar los partidos.

No aguantamos la presión. Por momentos tuvimos lagunas y nos dejamos llevar por la presión local sobre todo en el segundo tiempo. Defendimos con mucho corazón, pero perdimos el control del balón y del partido.

Los cambios. Ingresaron Álvaro Ampuero, Christian Cueva y Wilmer Aguirre. Los tres tuvieorn más de 20 minutos en el campo de juego y no fueron solución, no generaron ningún cambio en el equipo, no fueron ese ‘aire’ que se necesitaba. Todos nos quedamos con las ganas de ver a Andy Pando, un goleador de altura.

Sergio Villavicencio