En aquella oportunidad los íntimos disputaban su pase a los cuartos de final. Habían perdido el choque de ida por los octavos 1 a 0 en Lima y necesitaban imponerse en Santiago.

Alianza Lima vencía en la vuelta 2 a 1 a la Universidad de Chile y estaba logrando su clasificación, pero en los minutos finales se armó la polémica cuando Fabián Estay anotaba un tanto que sería anulado por el juez de línea.

El árbitro Carlos Vera se acercó a conversar con su asistente y procedió a convalidar la conquista ante la sorpresa y amargura de los jugadores y cuerpo técnico de Alianza Lima. Lo que vino fue una serie de reclamos y la eliminación victoriana de la Copa Libertadores 2010.