Hace más de dos años, en Venezuela, Puerto Ordaz para ser más exactos, tuvimos la mala suerte de ser partícipes cómo Paolo Guerrero sufría tal vez la lesión más seria de toda su carrera.

En una jugada intrascendente, a pocos minutos de iniciarse el cotejo, sufrió una contusión con giro en la rodilla y contrajo una lesión ligamentaria de los cruzados que, aparte de los malos resultados de aquella época, era también tan malo el pronóstico al ver en aquella solitaria y fría madrugada hospitalaria la Resonancia de aquel gran jugador que yacía en esa camilla a la espera, ansioso, que le demos el resultado de la misma.

Pero Paolo se recuperó AD INTEGRUM. Pasaron los meses y fue el mismo jugador rápido, potente, desequilibrante. Claro, luego de un tratamiento con lo mejor de aquella época y un buen trabajo de fortalecimiento.

Ahora, las noticias nos hablan que en el último partido de la Bundesliga, en un partido sin mucha importancia, sufre una nueva lesión en esa rodilla, pero ahora en el ligamento colateral medial, es un esguince aparentemente de segundo grado, y digo aparentemente porque mucho importa (aparte de la resonancia) el examen ortopédico que haga el departamento médico tanto de su club como de la Selección para determinar cuánto de bostezo, cuánto de distendido está el ligamento, y para esto la experiencia y la costumbre de examinar pacientes y deportistas es fundamental.

Ahora, con la aparición del factor de crecimiento plaquetario (que ya se le colocó a Paolo) se aceleran los plazos de recuperación (no olvidar los casos de Messi con su tobillo o de Iniesta o Suazo en el último Mundial), pero igualmente es importante el proceso FISIOLÓGICO de cicatrización que se debe esperar y mucho más si son lesiones de tipo ligamentario o muscular, aparte del tema de FORTALECIMIENTO que, para nosotros, es VITAL en este tipo de lesiones.

Por último, un acápite para el tema de UMBRAL de DOLOR de cada paciente o futbolista, no es igual para todos. No hay lesiones, sino pacientes, y cada uno reacciona en forma diferente y con plazos variables ante una misma lesión. Es cierto, hay promedios, pero somos particularmente enemigos de decir o vaticinar si un jugador “llegará” a un partido o a un campeonato.

Es mejor esperar la evolución diaria y con expectativa, pero también ver con recelo la evolución diaria del jugador y obvio con el mejor tratamiento y mucho más si es una distención de ligamento interno de rodilla, que es tal vez la parte que más se usa en la biomecánica del futbolista y requiere de mucha seguridad hasta psicológica para quedar al ciento por ciento.

Hasta la próxima.

JULIO GRADOS

Médico Club Universidad San Martín

Cel 999266677

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