Los ánimos estuvieron bastante caldeados en el Olímpico de Roma, donde los ‘Tifosi’ de la Fiorentina y la Roma se enfrentaron antes de inicio del encuentro.

Las afueras del coloso romano se convirtieron en un verdadero campo de batllas, incluso se dprodujeron disparos que dejaron un muerto y varios heridos, entre los que se encuentran policías italianos.

El futbolista del Náoli, Marek Hamsik, intentó calmar a sus hinchas pero sin mucha fortuna, ya que de inmediato se lanzó una bombarda al terreno de juego.

Ambos equipos tuvieron que abandonar la cancha y conducirse a sus vestuarios con el fin de que los hinchas se calmen. Las autoridades de la Fiorentina y Nápoli discutieron acerca de la posibilidad de que la final de la Copa Italia se suspenda por los sucesos ocurridos.

Al final se decidió que el partido se juegue este sábado como estaba previsto.