Todo, porque Sporting de Lisboa había manifestado en la previa que no confiaba en la labor del árbitro asignado para su choque con Beira Mar, Joao Ferreira, quien, por este motivo, manifestó su deseo de no arbitrar este duelo.

El presidente del Sporting de Lisboa, Luis Godinho Lopes, tuvo duras críticas contra Ferreira y alertó de que “no tolerará la falta de imparcialidad” en los partidos de su equipo.

“Tengo la seguridad de que el tratamiento es diferente (en alusión al Benfica y el Oporto). La forma cómo nos han tratado en Alvalade demuestra falta de respeto”, añadió.

En un comunicado de la Asociación Portuguesa de Árbitros de Fútbol (APAF), el organismo justifica la decisión del colegiado “debido a las noticias venidas al público” sobre el nombramiento de Ferreira, “que no tienen más objetivo que crear un ambiente de gran inestabilidad alrededor del encuentro”.