Las portadas de la prensa deportiva portuguesa aseguran, de hecho, que la continuidad de Marco Silva “pende de un hilo” por las diferencias con el máximo mandatario del Sporting de Lisboa de André Carrillo, Bruno de Carvalho.

Las especulaciones sobre el enfrentamiento entre ambos comenzó en noviembre y ha ido creciendo con el paso de los días, mientras el rendimiento del Sporting de Lisboa de André Carrillo continúa por debajo de lo esperado.

En un comunicado, el Sporting de Lisboa justifica esta prohibición por los “injustificados y repetidos ataques recibidos de parte de diferentes medios de comunicación”.

El silencio impuesto impedirá que ningún “dirigente, trabajador, colaborador, entrenador o jugador” del Sporting de Lisboa preste declaraciones a los periodistas, con la única excepción de actos en los que esté obligado a ello, como las ruedas de prensa de antes y después de los partidos.

El “pique” entre presidente y técnico se remonta a noviembre, cuando Bruno de Carvalho publicó a través de las redes sociales un comunicado en el que criticaba duramente al primer equipo tras una severa derrota (3-0) contra el Vitória de Guimaraes.

El mandatario calificó entonces la exhibición de los jugadores verdiblancos de “lamentable” y lamentó que éstos no mostrasen “garra ni voluntad de vencer”.

Sus palabras no gustaron en el seno de la plantilla, y uno de sus futbolistas más destacados, Nani, respondió públicamente al presidente al considerar que “hay que saber lidiar con la derrota”.

El Sporting de Lisboa ocupa actualmente la quinta posición en Liga ZON Sagres, a diez puntos del líder, el Benfica, y ya fue eliminado de la Champions League, aunque consiguió quedar tercero en su grupo y accedió a la Europa League.

En este contexto de modestos resultados deportivos y ambiente enrarecido, el cruce de declaraciones continuó esta misma semana.

Bruno de Carvalho escribió otro comunicado en el que asumió la “responsabilidad” de los malos resultados, pero al mismo tiempo incidió en que “es necesario que los demás implicados asuman con la misma claridad su cuota de responsabilidad”, un mensaje que en Portugal se interpretó como un toque de atención a Marco Silva.

Marco Silva respondió, tras la sufrida victoria contra el Nacional de Madeira (0-1), cuando aseguró que prefiere “criticar o elogiar cara a cara”.