A pesar de que el tiro con arco y el críquet son sus respectivos deportes nacionales, Bután y Sri Lanka tendrán el honor de abrir este jueves una carrera en la que todo el orbe participará con la mente puesta en arrebatar a Alemania el título de campeones.

A Bután ser el equipo 209 de la lista de FIFA no le genera ningún complejo y tampoco ninguna relajación. Recorriendo el camino desde las alturas del Himalaya al litoral índico en Sri Lanka, la suerte ha querido que los últimos del mundo sean los primeros en luchar para llegar al mundial ruso.

Estando justo por detrás de la isla de Anguila (territorio británico situado en el Caribe) y las Islas Cook en la clasificación de la FIFA, no es extraño que las ruedas de prensa de Bután sean más una suerte de presentación en sociedad que una oportunidad para desentrañar estrategias e individualidades.

Pero eso no afecta a la moral de los hombres de Chokey Nima, que se ha tomado muy en serio la eliminatoria preclasificatoria que deben superar si quieren seguir enrolados en la aventura mundialista.

El técnico además aseguró que el ranking mundial “no refleja” el verdadero desempeño del equipo, sino la escasa participación del país en competición internacional.

No le falta razón a Nima. El enfrentamiento con Sri Lanka por llegar a Rusia 2018 será a doble partido y el que pierda no verá más competición mundialista hasta dentro de cuatro años.

Los antecedentes del partido con Sri Lanka no pintan bien. En el último enfrentamiento en la Copa Asia Sri Lanka (173 del ranking de FIFA, no tan lejos del fondo) derrotó 5-2 a Bután. Además de contra los del Himalaya, cosechó nada halagüeñas derrotas contra Islas Maldivas por 8-2 o Afganistán 3-0 en sus últimas presentaciones oficiales.