El presidente estadounidense recibió este domingo como regalo una camiseta del famoso club carioca, cuyo campo de entrenamientos ha sido utilizado como helipuerto por el Marine One en los desplazamientos del mandatario por Río de Janeiro.

La camisa le fue entregada por la presidenta del club, Patricia Amorim. Ella explicó que como el protocolo de la visita no le permitía entregarle a Obama un paquete con la camiseta, vistió la prenda y, una vez saludó al presidente y a su familia, le explicó el prestigio del Flamengo en Brasil, se la quitó y se le entregó como regalo.

La presidenta del Flamengo agregó que después de bromear con Obama diciéndole que el club tenía ahora “un jugador que era conocido mundialmente” y mostrarle su nombre en la camisa, Obama le preguntó que si la que ella vestía era la suya, a lo cual le respondió que sí.

Acto seguido, Amorim le preguntó que si quería la camiseta y ante la respuesta afirmativa se despojó de la prenda y se la entregó a Obama.