La huelga en el metro de Sao Paulo provocó un embotellamiento matinal récord de 209 km y dejó a cientos de miles sin transporte a una semana del Mundial, con pasajeros agolpados como ganado en los vagones o haciendo filas interminables para poder tomar un autobús.

La huelga de los trabajadores del metro, parcial e ilimitada, pone bajo presión a las autoridades a exactamente una semana de la ceremonia inaugural y el primer partido de la Copa del Mundo (Brasil-Croacia) el 12 de junio en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo.

El metro es la principal vía de acceso al estadio mundialista en esta megalópolis de 20 millones de personas y transporta cada día en promedio a unos 4,5 millones de paulistas.

Declarada tras el fracaso de negociaciones salariales, la huelga afecta parcialmente a tres de las cinco líneas del metro.

La situación se agrava por una huelga de 75% de los agentes de circulación de tránsito de esta inmensa ciudad.

El embotellamiento récord de 209 km es el mayor registrado en lo que va del año, y el tercero mayor en la historia de Sao Paulo para las horas de la mañana.

En Itaquera, la estación de metro del estadio Arena Corinthians, varios pasajeros rompieron las rejas de entrada al amanecer. La gente se agolpaba para entrar, pero el tren no estaba operando. Algunas personas pasaron incluso a las vías. Finalmente los empleados decidieron abrir la estación para calmar el tumulto.