“No hay ningún truco. Es suerte. Es la realidad. Uno puede ir y no llegar”, explicó el también guardameta del Mónaco, reconocido como decisivo por sus compañeros.

“La esperanza está intacta desde el día uno. Estos muchachos no regalan nada. Se han preparado muy fuerte y juegan así”, destacó agregó Sergio Romero, que dedicó el triunfo y su actuación a su “mamá” y a su “señora”.

El portero albiceleste dijo a la afición argentina: “Disfruten este momento, porque nosotros vamos paso a paso. Mañana ya vanos a preparar la final”, concluyó.

Sergio Romero llegó con muchas incógnitas sobre su presencia en la portería argentina por su último semestre casi sin actividad en el Mónaco francés.

Sin embargo el respaldo del seleccionador Alejandro Sabellla para ser su guardavallas mundialista le rindió frutos ya que el oriundo de Misiones, de 27 años, sólo permitió tres tantos en las seis presentaciones.

EFE