Uruguay demostró una vez más su interminable garra en los momentos necesarios. La victoria de los charrúas 2-1 ante Inglaterra era una necesidad si querían seguir con vida en el Mundial Brasil 2014 y para eso necesitaban que todos sus ‘guerreros’ estén al 100%.

Luis Suárez, sin duda alguna, fue el héroe de la jornada al debutar en el torneo tras 28 días de haber sido operado de los meniscos por una lesión en la rodilla izquierda y anotar dos goles en el arco inglés.

Sin embargo, otra demostración del coraje y amor por la camiseta celeste la dio Álvaro Pereira, lateral izquierdo del Sao Paulo, que quedó inconsciente a los 60 minutos tras un fuerte rodillazo de Raheem Sterling.

Tras recupera el conocimiento, el médico uruguayo lo evaluó y determinó su cambio, pero Pereira no quiso salir e indicó al banco que no se realizara la modificación.

Así, siguió hasta el final del encuentro demostrando la garra charrúa tan inherente de todo jugador uruguayo.