El gol del lateral zurdo colombiano Pablo Armero a los seis minutos en la apertura del Grupo C del Mundial confirmó lo que ya es una constante para Grecia.

En 1994, cuando perdió por 4-1 en su debut frente a Argentina. El ariete argentino Gabriel Omar Batistuta rompió la paridad a los dos minutos del partido disputado el 21 de junio en Boston.

Dieciséis años más tarde, en el Mundial Sudáfrica 2010, el surcoreano Jung Soo anotó en el minuto siete el primero de los dos goles con los que su país derrotó por 2-0 a Grecia el 12 de junio en Puerto Elizabeth.