La selección argentina que dirige Alejandro Sabella ha dejado serias dudas tras su empate frente a Rumania en el amistoso internacional disputado en Bucarest.

Las falencias de los argentinos se han hecho evidentes en las tres líneas. En ataque, las estrellas Messi, Agüero e Higuaín no hacen daño cuando están desconectados. Cuando ellos fallan resalta la presencia de Di María, que asume la responsabilidad del ataque.

En la mitad de la cancha, Mascherano debe haber tenido uno de sus peores partidos. Impreciso en los pases y flojo en la marca no se complementó muy bien con Gago. Parece que el jugador del Barcelona se puede haber acostumbrado a jugar en la defensa, posición donde juega en el club catalán.

La defensa debe ser la zona más preocupante y no solo de ahora. Con un Federico Dominguez irregular y un Basanta igual, los rumanos crearon pocas situaciones pero casi concretan.

Sabella debe estar preocupado y más si le exigen la presencia de Carlos Tévez, un jugador, que hubiera podido hacer algo más que los que estuvieron presentes hoy en Bucarest.