México clasificó con mucho sufrimiento al mundial de Brasil, no por la etapa de repechaje, en donde le ganó con facilidad y como se preveía al representante de Oceanía, Nueva Zelanda, sino por el angustioso resultado que le dio la posibilidad de jugarlo.

En la última fecha, México tenía que esperar que Panamá no derrote a Estados Unidos de local, mientras que el ‘Tri’ debía lograr al menos un empate en la visita a Costa Rica para asegurarse el repechaje.

Increíblemente, todo indicaba que los panameños irían a la repesca; pues hasta el minuto noventa derrotaban a Estados Unidos por 2-1 y los mexicanos perdían por el mismo marcador ante los ‘Ticos’.

En el minuto 93, el equipo estadounidense empató y tan solo un minuto después volteó el partido, para terminar ganándolo y dándole a México la posibilidad de enfrentar a Nueva Zelanda.

En los partidos decisivos, México demostró ser inmensamente superior, goleando en el partido de ida a Nueva Zelanda por 5-1 y derrotándolos en la vuelta por 4-2, completando un marcador global de 9-3.

De esta manera, los mexicanos clasificaron por sexta vez consecutiva a un mundial y es su decimoquinta participación en el torneo de fútbol más importante.