El seleccionador holandés, Louis van Gaal, está muy “orgulloso” de haber creado en el grupo “un verdadero espíritu de familia” que se ha convertido en la gran fuerza del equipo, cuyo ambiente se ha vuelto aún más agradable por la presencia de los familiares de los jugadores en Rio de Janeiro.

A poco tiempo de una semifinal forzosamente estresante frente a Argentina, los jugadores holandeses logran aliviarse de la tensión gracias al clima instaurado por el seleccionador, que tenía fama de austero y estricto, y sus familias.

La escena se ha repetido antes de cada partido. Desde su entrada a la cancha para la sesión de calentamiento, Arjen Robben dirige su mirada a las tribunas para encontrar a su esposa y a su hijo Luka, de cinco años.

Una vez localizados, les envía un beso, se golpea el pecho con el puño y les señala con el dedo para decirles “¡Juego por ustedes!”.

Holanda enfrentará a Argentina por un pase a la final de la Copa del Mundo y tratará de ganarla para así romper el maleficio del ‘eterno segundo puesto’.

AFP