Fue un partido equilibrado, con Sergio Romero defendiendo con garra el arco mientras llegaba el tan anhelado gol.

Minutos antes de los 90 reglamentarios, Messi invadió por el medio pero chocó con Boateng. El balón quedó para Biglia, pero Schweinsteiger lo desarmó.

En la prórroga, cuando Palacios desperdició la gran oportunidad de cara a Neuer, a la ‘pulga’ no le quedó otra que agarrarse la cabeza con los brazos. No lo podía creer y el resto de la hinchada argentina tampoco.

El cansancio le pasó factura y en los últimos 15, Messi apareció poco. Fue allí cuando apareció el gol de Götze, que le ponía fin por ahora al sueño de Messi.

En Brasil tendrá que conformarse con el subcampeonato, habrá ahora que esperar otros cuatro años hasta Rusia.

AFP