La ‘Azzurra’ comandada por Andrea Pirlo derribó a la Francia de Zinedine Zidane y logró su cuarta estrella mundial.

Italia había basado su juego en el orden táctico y seguridad defensivo y eso le alcanzó para vencer a los galos en la definición por penales. El partido en su tiempo regular acabó 1 a 1.

Lo anécdotico o resaltante del partido fue la expulsión de Zinedine Zidane por haber agredido al defensa italiano Marco Matterazzi.