Tras la derrota ante República Dominicana, Perú pudo levantar cabeza en el Coliseo Eduardo Dibós y derrotó al duro equipo esloveno.

Las dirigidas por Natalia Málaga mostraron mayores variantes en su juego ofensivo y eso les valió para quedarse con el triunfo en el primer set por 25-21.

Para el segundo parcial, Eslovenia mejoró y con un mejor juego de bloque logró complicar a las peruanas, quienes cayeron luchando en el segundo parcial por un marcador de 29-27.

A diferencia del partido ante las dominicanas, el sexteto patrio no se vino abajo anímicamente y eso le permitió quedarse con las dos siguientes mangas por 25-22 y 25-20, logrando así volver a celebrar en la Copa Unique.