Lavigne aseguró que durante la elaboración del “road-book” del recorrido de la denominada “carrera más dura del mundo”, sufrieron algunos contratiempos debido a averías en los autos y dijo que necesitaría hasta tres días para cubrir cada etapa.

“El desafío en el tramo que se disputará en Perú es dosificar las dificultades: queremos aprovechar al máximo los paisajes y los terrenos que ofrece el país, sin pasarnos los escollos insuperables para los pilotos”, señaló.

El convoy que encara las pistas y las dunas del rally tres meses antes del inicio de la prueba está compuesto por un total de cuatro automóviles, con la intención de verificar todos los detalles del terreno.

Por otro lado, el ministro de Comercio Exterior, José Luis Silva Martinot , indicó que el país será un extraordinario anfitrión de la competencia automovilística. “El Perú ha demostrado ser un lugar donde los participantes se sienten acogidos. Con mucho entusiasmo, vamos a poder presentar a los competidores y al mundo que somos un país con distintos paisajes por mostrar”, enfatizó.