El español Rafael Nadal consolidó este domingo su leyenda en Roma, donde se coronó por séptima vez, tras arrollar por 6-1 y 6-3 al suizo Roger Federer, que prolongó su maldición en la capital italiana, con tres finales perdidas.

El de Manacor selló un triunfo que le permitirá escalar al cuarto puesto de la clasificación mundial, desbancando a su compatriota David Ferrer, y entrar entre los cuatro primeros cabezas de serie en Roland Garros.

La de este domingo fue una final de cifras de solvencia para el de Manacor tras su regreso a las pistas en febrero: ocho finales seguidas por primera vez en su carrera, seis títulos en su palmarés, 31 victorias sobre tierra este año y su victoria número 20 ante el tenista de Basilea.