El cuadro peruano vendió cara su derrota, cayendo en tres sets seguidos, con parciales de 27-25, 25-12 y 25-23, evidenciando una clara evolución con respecto a anteriores competencias.

El campeón del certamen fue Brasil, que derrotó en la final a Argentina por tres sets a uno (25-13, 18-25, 25-23 y 25-22).

Por su parte el equipo anfitrión, Chile, alcanzó el tercer lugar y su clasificación al mundial de la categoría tras vencer a Venezuela por un claro 3-0 (25-20,25-11 y 25-18).