Despaigne, quien fue medalla de plata en los Panamericanos de Guadalajara y bronce en el Mundial de Judo, anhelaba alcanzar una presea en Londres 2012, pero su sueño se vio truncado.

“Fue una decisión muy injusta… ¿qué voy a hacer?”, lamentó el atleta cubano de 31 años, quien con una palabra malsonante señaló que la determinación lo perjudicó. “Fue demasiado drástico, no era lo que tenía que cantar. A mí me partieron la boca, me metieron el dedo en la boca y no sancionaron nada”.

“Claro que me voy dolido y triste. Yo venía preparado, era un combate que iba ganando y faltando pocos segundos me meten esa injusticia. Uno se prepara cuatro años para venir”, agregó.

“Ya no pienso competir más en olimpiada, a lo mejor compito por ahí en otro lado, pero ya no en olimpiada”, remató Despaigne.