Todo transcurría con normalidad. Había mucha algarabía en toda la costa verde de Chorrillos con la largada simbólica del Dakar, con la presencia del presidente de la República, Ollanta Humala.

De pronto, los espectadores en la parte alta, en el malecón, empezaron a pedir auxilio, señalando hacia abajo. “Se cayó, un joven se cayó, avisen a la policía”, gritó alguien.

De inmediato apareció una unidad de rescate de la Policía Nacional del Perú y también los bomberos. Se pensó lo peor, pero todo fue solo un susto.