La relación entre jugadores y entrenadores no es siempre cordial. Y aunque en ocasiones se intente ‘enmascarar’ la tensión existentes entre unos y otros, las imágenes y confesiones de una de las partes terminan por dar la razón a las habladurías.

Muchos de estos desencuentros entre técnicos y jugadores se originan en los entrenamientos o durante partidos. Una orden que no gusta, una respuesta que no satisface e incluso el ego de alguno de los dos.

En ocasiones, no ha pasado más de allá de una pequeña discusión, pero en otras el futbolista ha sido vendido por voluntad propia o el técnico despedido.

Roberto Mancini y Pep Guardiola son dos de los técnicos más conocidos, cuyas malas relaciones con ciertos dirigidos han sido reveladas, por frases en entrevistas después de años y/o demás.