En el esquema tradicional 2-3-5, de los 5 atacantes, los dos interiores derecho (8) e izquierdo (10) cumplían una función de construcción de juego y jugaban más retrasados que los extremos; derecho (7) e izquierdo (11) y el centrodelantero (9), este esquema ha sufrido variaciones en el tiempo. Una de sus primeras transformaciones fue cuando los dos laterales pasaron a ser defensas y los interiores del ataque; derecho (8) e izquierdo (10) quedaron como mediocampistas puros, para formar el esquema 4-3-3, muy común en los años 1970.

Antes, en los años 1960 fue famosa la táctica de jugar con sólo 2 mediocampistas (el hiper-ofensivo 4-2-4), que hoy en día ya no se aplica.

Desde los años 1990 se utiliza con más frecuencia la táctica 4-3-1-2, que puede ser catalogada como básica, por ser un balance entre juego ofensivo y defensivo, aunque muchos entrenadores prefieren eliminar el enganche y alinear dos mediocampistas centrales —uno se dedicará un poco más a la creación de jugadas que el otro, pero aún así no dejará de ser principalmente un mediocampista de contención— con dos mediocampistas mixtos por los laterales (4-4-2), o restar un jugador a la defensa y formar un 3-4-1-2 (con enganche). Otras variantes son el 3-5-2 o el 3-3-2-2.

También puede aplicarse la táctica de tres centrales, uno de los cuales actúa de libre, y dos laterales carrileros y ser una variante 5-3-1-1.