La fuerza y la altura son cualidades que muchos entrenadores buscan en un jugador de fútbol a la hora de fichar y generalmente los prefieren en posiciones como las de portero, defensa central o centro delantero.

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Y si además de ser alto y fuerte, el jugador es hábil, los equipos no dudan en contratarlo. Tal es el caso de futbolistas como el arquero Petr Cech quien mide 1,96 metros y Zlatan Ibrahimovic de 1,95 de estatura o el mismo Peter Crouch que mide 2.01 metros.

Pero por imposible que parezca, ninguno de estos tres jugadores aparecen en el Top 10 de los futbolistas más altos del mundo que perfectamente podrían dedicarse a jugar básquetbol.

Uno de ellos es Kristof Van Hout, el considerado guardameta más alto del mundo. Tiene 27 años y está en el Racing Genk belga, y con sus 2.06 intimida e cada jornada a todos los delanteros.

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