Cuando el joven chiclayano tenía 14 años, aún pasaba hacía las pruebas en el club Universitario de Deportes. Al final, fue en Alianza Lima, el equipo donde el ‘cohete’ lograría brillar para dar el gran salto al fútbol europeo. Yordy Reyna acaba de cumplir 20 años, y muchos aguardan que él sea el nuevo referente en las próximas eliminatorias del Mundial de Rusia 2018.

Su gran desempeño en las reservas del conjunto blanquiazul le sirvió para estar dentro del equipo principal dirigido por Miguel Ángel Arrué en el año 2011. Y desde ese entonces, se ganó la confianza de los siguientes técnicos que siempre resaltaron su gran velocidad y definición cada vez que pisaba el área rival y para que muchos lo catalogaran como el nuevo Jefferson Farfán .

En el 2012 , le fue mejor y ya siendo el titular casi imprescindible para seguir mostrando sus virtudes, ya había anotado 12 goles con la camiseta de Alianza Lima. Pero no sería suficiente para conseguir el título. No obstante, su buen juego le sirvió para ser convocado para la Sub-20 con vistas al Sudamericano en Argentina.

En la Sub-20, jugó como única punta del combinado nacional y por momentos hizo una buena dupla cuando se juntaba con Christian Benavente –otra promesa del fútbol peruano- y anotó 5 goles. Pero se quedó fuera de la clasificación, por muy poco, en aquel Sudamericano disputado en Argentina. Dicho campeonato le sirvió para ser considerado entre los mejores del torneo y recibir la atención de muchos clubes del viejo continente. Donde al final fue fichado por el Red Bull Salzburg , equipo que le ha deseado un “feliz cumpleaños” el día de hoy.

Después del fracaso de la Selección Peruana al no poder clasificar al Mundial de Brasil 2014. Yordy Reyna figura como una de las esperanzas para el futuro de la blanquirroja, sus buenas actuaciones con Alianza Lima y la Sub-20 han llenado de elogios de parte de muchos entrenadores e hinchas e incluso se le pedía a Sergio Markarián que lo pusiera como titular en los encuentros frente a Uruguay y Venezuela. Sin embargo, sus pocos partidos con el Red Bull Salzburg influyeron en la decisión del técnico.