Durante todo el encuentro, Daniel Prieto fue la voz de mando de la Selección Peruana, pidiéndoles a sus delanteros mucha paciencia para poder bajar la tensión y la ansiedad por anotar. De esa manera llegaría el tan ansiado gol peruano en los pies de Beto Da Silva.

Ante Bolivia, Daniel Prieto mostró solvencia, carácter, y mucha técnica, incluso atajando un gran tiro libre boliviano en el minuto final.

Los errores en los futbolistas son naturales, y lo que ocurrió con Daniel fue eso, un error natural y común, que quedó en el pasado y que la confianza del equipo y los demás siempre estuvo en él, y así lo demostró.

Ahora Daniel Prieto solo piensa en descansar y comer bien para poder afrontar ese partido decisivo del día jueves ante Paraguay.