La selección de Uruguay Sub 20 , el anfitrión del torneo, intentará hacer valer su condición de local para alzarse con el título del Campeonato Sudamericano de la categoría y darle el gusto a una afición que ansía volver a ser el epicentro del fútbol joven del continente.

Con siete trofeos en su haber Uruguay es el segundo país, después de Brasil (once), más laureado en América en la categoría Sub 20, pero su último triunfo data de 1981, un vacío de 34 años que pesa en una hinchada que esta vez espera ver desde la grada cómo sus jóvenes futbolistas se consagran.

El entrenador, Fabián Coito, intentará que esa responsabilidad excesiva por ser anfitriones no distorsione el rendimiento de sus jugadores. Coito asumió el mando en marzo 2014 después de una ascendente trayectoria en la que logró llevar a la selección Sub 17 a las finales del Sudamericano de Ecuador en 2011 y del Mundial de la categoría, el mismo año en México.

“Nuestro equipo de mitad de la cancha hacia arriba cuenta con hombres de una enorme capacidad y un gran talento. Por eso es importante mantener un orden defensivo que permita a esos jugadores expresar todo su potencial en ataque”, dijo.

La magia en la delantera la deben poner hombres como Rodrigo Amaral, máximo goleador en los partidos de preparación y elegido mejor jugador de un cuadrangular jugado en Paraguay el fin de año. Otro de los que está llamado a ser una de las figuras del campeonato, Ramiro Guerra. EFE