En los entrenamientos, se puede apreciar a una selección compacta, unida, íntegra, y todo ello debido al gran trabajo que realiza el técnico argentino junto a su comando técnico. La confianza y amistad por parte de los profesores hacia los jugadores es de admirar, ello llevado del respeto hacen pues de un equipo una familia.

Perú pasó de la ansiedad a la calma, pasó del empate en el debut, a la victoria esperada para llegar a la semifinal. Beto Da Silva hizo estallar el Mansiche, hizo delirar a cada uno de los asistentes, y el sábado a las 6 pm se esperar volver a celebrar.

Los cambios que realizó el técnico sorprendieron a más de uno, inclusive por el cambio del arquero Gustavo Valladares por Carlos Grados, ambos tuvieron actuaciones de 10 puntos, por lo que Ahmed se la jugó y los chicos le respondieron con gran nivel.

En la zona defensiva hay bastante solvencia con ‘Coto’, Rostaing, Perleche, Abram y Cossio, pero falta explotar mucho mejor la banda izquierda para generar ataques.

Asimismo, en la zona media hizo que Pedro Aquino haga fútbol y defendiera, y ni qué decir de Beto Da Silva, que haciendo dupla con Alex Succar inquietaron más el arco rival.

Pese a todo ello, Perú aún tiene mucho por mejor, por pulir, una selección que sabe que puede dar más, y que todavía no llegan a su máximo nivel, del que ellos saben que tienen.

Lo que le espera a la ‘Bicolor’ es una prueba de fuego, Ecuador es para muchos el rival más fuerte, y por ende el rival a vencer. La expulsión de su lateral derecho, Corozo, en Ecuador, permite que quizás esa sea una zona vulnerable que tendrán y que Perú con Cossio tiene que explotar.

Succar por su parte ya agarró confianza de cara al arco, pese a que aún estamos esperando su gol, que estamos confiados se dé ante los norteños.