En la etapa regular se mostró un partido muy reñido que terminó empatado a un gol en los primeros 90 minutos. Tras el inicio del tiempo complementario un suceso fuera de lo común se sucitó se anotaron cuatro goles en ocho minutos.

Una ráfaga de goles que dejó sin reacción al rival, el Norwich encendió la máquina y cual guerreros fueron adelante para buscar la victoria, que en tan solo los ocho primeros minutos marcó cuatro goles para conseguir cerrar el partido ante la mirada atónita del rival.

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