Xherdan Shaqiri, de 22 años, fue la figura de Suiza en la derrota 1-0 de este martes contra Argentina en los octavos de final, pero su descarado talento no le alcanzó para superar a su modelo, el astro Lionel Messi.

El menudo Shaqiri, al que llaman el ‘Messi de los Alpes’, fue un peligro constante para la frágil zaga albiceleste.

De las botas del mediapunta del Bayern de Múnich, de 22 años, nacieron las mejores oportunidades del equipo helvético, que buena parte del choque se refugió en su cancha a la espera de un chispazo de inspiración de su joven líder.

Después de un inicio intermitente, Shaqiri se hizo presente en el partido creando dos excepcionales ocasiones de gol pero sus compañeros no estuvieron a la altura.

En el minuto 28 agujereó la defensa sudamericana en una internada por la derecha pero el extremo Granit Xhaka, que recibió el pase de la muerte, remató raso y Sergio Romero pudo despejar con el pie.

Al poco de iniciar la segunda mitad, hizo otra venenosa incursión por la derecha pero esta vez Josip Drmic, aún más solo, disparó fuera.

Con el paso de los minutos se fue agigantando la figura de este centrocampista ofensivo de 1,69 m, que pisaba la pelota con atrevimiento y no dudaba en hacer caños a los defensas.

En la prorroga, con Suiza buscando los penales, sus compañeros le buscaban para que aguantara la pelota, rogando que aún tuviera aliento para un solitario contraataque.

Y el musculoso delantero, a quien le sobra fuerza, se echó el equipo a la espalda y hasta se encaró con el árbitro por obstaculizarse en una jugada.

A diferencia del partido anterior, en el que anotó un triplete ante Honduras, esta vez el gol no le sonrió a Shaqiri, que tuvo que resignarse ante una jugada de museo de su modelo Messi que acabó en el gol definitivo de Ángel Di María.

Fuente: AFP