Para prevenir comportamientos racistas y discriminatorias, la UEFA ha solicitado que exista un mayor control de seguridad en los entrenamientos, pues algunas prácticas deportivas son abiertas al público.

Después de los cánticos y gritos racistas que los jugadores holandeses denunciaron haber escuchado durante un entrenamiento, la UEFA ha enviado una carta a los alcaldes de las ciudades de Polonia y Ucrania para tomar las medidas necesarias, incluido un aumento de la presencia policial.

Asimismo, el máximo ente del fútbol europeo también ha exigido que las autoridades expulsen de forma inmediata de los estadios y sus inmediaciones a cualquier persona que localicen con actitudes racistas y cometan disturbios alrededor de las sedes.

“Aunque hasta hoy sólo ha habido un incidente aislado, cualquier comportamiento de este tipo es incompatible con la política de tolerancia cero de la UEFA dirigida hacia cualquier tipo de discriminación. La UEFA confía en que las autoridades locales tratarán adecuadamente este tema”, afirmó la UEFA en un comunicado.