El duelo entre ambos conjuntos helvéticos se desarrollaba con normalidad hasta que un hurón hizo su aparición y se puso a correr por casi todo el campo de juego.

Los jugadores del FC Thun y FC Zúrich trataban, sin mucho éxito, de atraparlo. Hasta que uno de ellos logró sujetarlo, pero recibiendo una mordida del asustado animal.

La situación no acabó ahí, ya que el hurón volvió a escaparse y esta vez mordió a uno de los arqueros que lo cogió para darle alcance.