Tan solo una ocasión clara de gol para San Lorenzo. Lo mejor estaba en la grada, con 8.000 seguidores dejándose la garganta. A los 21 minutos Martín Cauteruccio partía escorado en posición justa y buscaba sorprender con su disparo raso que sacó con los pies el portero rival. El encuentro iba a llegar al descanso cuando de la nada se adelantó el conjunto argentino. Pablo Barrientos remató de zurda con calidad un centro atrás fruto de la incorporación del lateral Mas.

Era un premio excesivo que intentó reducir con fe Auckland City. Reculó metros San Lorenzo en la reanudación y el empuje del modesto al final encontró el premio deseado. Tade volvió a ver el espacio para generar peligro y su pase a De Vries no lo tocó ni el delantero ni el portero en su salida. El balón quedó muerto para que un español, Berlanga, lo mandase a la red sin apenas espacio para marcar.

El susto estaba por llegar. A Tade le faltaron fuerzas para poner el broche a su mejor noche. La tuvo en un mano a mano pero se le hizo de noche ante Torrico y remató mal. El duelo iba a la prórroga. Cualquier detalle podía decidir para uno de los dos equipos y lo hizo Matos. Se encontró un balón muerto dentro del área para enganchar un zurdazo raso inapelable que dio el pase a la final.

La agonía siguió hasta el final. A los 112 minutos el empuje del Auckland se topó con el poste. Payne ajustó en exceso su disparo y se quedó con la miel en los labios. El Real Madrid espera a un rival con un día menos de descanso y tras superar un duelo de alta exigencia.