“Hemos recibido hace tan sólo dos días fondos extra de la FIFA y ahora estudiamos el asuntos de la deuda ante Fabio Capello. Destinaremos todos los fondos a cubrir esa deuda, que los recursos recibidos son escasos y no llegan para cubrir todo lo adeudado”, dijo el presidente de la UFR, Nikolái Tolstij.

A mediados de diciembre, el organismo estatal que se dedica a la inspección de asuntos laborales, Rostrud, prorrogó el plazo para el pago del salario de Fabio Capello, que cobra 11 millones de dólares al año, y multó a la UFR por impagos.

“Es responsabilidad de la UFR como empleador. Quiero subrayar de nuevo que ponemos todos nuestros esfuerzos en pagar cuanto antes la deuda”, insistió Tolstij.

Capello, quien reconoció en octubre que se le estaba acabando la paciencia, no ha vuelto a aludir públicamente a los problemas con su contrato, que le une a la UFR hasta el Mundial que Rusia organizará en 2018.

La UFR debe también dinero a los ayudantes del entrenador transalpino, a los árbitros y a los inspectores presentes en los partidos de liga.

Capello insiste en que los problemas salariales no han influido en el rendimiento del equipo, aunque los tres últimos resultados en la fase de clasificación para la Eurocopa Francia 2016 han sido decepcionantes.

Los rusos empataron 1-1 ante Suecia en Estocolmo y, lo que es peor, ante la modesta Moldavia en Moscú, y cayeron por la mínima en Austria.

Desde Brasil, Capello ha estado en el ojo del huracán por multitud de motivos, ya que, tras clasificarse brillantemente tras dejar en la cuneta a la Portugal de Cristiano Ronaldo, todo han sido sinsabores.

En Brasil fueron eliminados en la primera fase tras cosechar una derrota ante Bélgica y dos empates a un gol ante Argelia y Corea del Sur, la primera vez en su historia que no lograban ninguna victoria en un Mundial, incluido la URSS.

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