El Celta de Vigo hizo bueno el triunfo logrado en el partido del Santiago Bernabéu (1-2) y se clasificó, por segunda temporada consecutiva, para las semifinales de la Copa del Rey después de eliminar al Real Madrid, tras empatar esta noche a dos goles en un partido vibrante y en el que le tocó sufrir hasta el último segundo.

La plaga de lesiones en defensa, Marcelo, Varane, Pepe y Carvajal, y el resultado adverso de la ida (1-2) animaron a Zinedine Zidane a situar al brasileño Casemiro como compañero de Sergio Ramos en el centro de la defensa, una apuesta que le dio mayor salida de balón a los suyos.

Con el Celta incapaz de salir de su campo, Kroos y Kovacic entraron más en juego. Y su equipo encontró espacios para abrir la lata en las bandas. Por la derecha generó la ocasión que le pudo dar vida pero una espectacular estirada de Sergio evitó el gol de Cristiano, quien en la misma acción volvió a encontrarse con el poste en su segundo remate.

El Celta de Vigo intentó estirarse para no sufrir pero fue inevitable. Cada vez que los blancos pisaban área, Balaídos enmudecía. Hasta que a falta de cinco minutos para el final el danés Wass, incansable durante todo el duelo, logró el tanto que certificó el pase de los suyos, aunque Lucas Vázquez, que acababa de entrar, aún mantuvo vivo el sueño del Real Madrid.