Toni Kroos lo ha jugado casi todo. Suma 2.306 minutos en sus piernas y parece que su cuerpo comienza a resentirse de tanto esfuerzo. Sus estadísticas, hasta el partido contra el Atlético de Madrid, eran casi perfectas. Sin embargo, su bajón provocó una caída de sus virtudes.

En la Liga, Toni Kroos acumula una media de 6,6 recuperaciones por partido, un 92% de pases acertados y siete asistencias en los encuentros que ha disputado. Sin embargo, en su última cita con el Atlético de Madrid, no asistió, bajó hasta un 86% su acierto de pases y no solo no robó al nivel que acostumbra, sino que incluso perdió alguna pelota impensable hace un mes.

“No veo la hora de que llegue el verano. Este año jugué toda la segunda vuelta con el Bayern Munich, después jugué todo el Mundial Brasil 2014, luego jugué las Supercopas con el Real Madrid y ahora no me pierdo ningún partido. No había jugado más en toda mi vida. Estoy empezando a cansarme. Para colmo, en España no hay parón en enero, como en Alemania. Así es que habrá que ir tirando. Supongo que me darán descanso en algún momento”.

Esas fueron las palabras de Kroos en Suiza, después del partido de Champions League que el Real Madrid jugó ante el Basilea el 26 de noviembre. Desde entonces, y pese a ese grito de socorro en la zona mixta del St. Jakob Park, el alemán sólo ha descansado por completo en un partido: ante el Cornellá en la Copa del Rey.

Después, en un choque intrascendente de Champions League, con el primer puesto de su grupo asegurado para el Real Madrid, Carlo Ancelotti alineó a Kroos desde el inicio del choque y le sustituyó en el minuto 59 por Jesé Rodríguez. Ya en el Mundial de Clubes, contra Cruz Azul, alcanzó el 72, cuando Sami Khedira salió al campo para darle un respiro.

Aparte de esos tres partidos, Kroos no fue convocado para la ida de los dieciseisavos de Copa del Rey ante el Cornellá, fue sustituido en los choques ante Atlético de Madrid en Supercopa, Liverpool, Levante y Athletic Club de Bilbao y fue suplente y disputó 20 minutos en el primer encuentro contra el Ludogorets.

En total, Kroos ha parado 398 de los 2.700 minutos que ha disputado el Real Madrid y ha jugado un 85% del tiempo. Sin embargo, sus quejas se hicieron esperar hasta noviembre. Éstas llegaron justo diez días después de la lesión de Luka Modric con Croacia.

Modric cayó fulminado, ya no pudo jugar en Ipurúa ante el Eibar y en el siguiente choque, en Basilea, Kroos dejó caer que le quedaba poco fuelle.

Esa es la realidad de Kroos en estos momentos. Ya en el Mundial de Clubes comenzó a renquear, en Valencia no fue el mismo y contra el Atlético de Madrid estuvo incluso errático. Sin Modric, que abarcaba mucho campo, el alemán comienza a ahogarse.

Ancelotti espera como agua de mayo la recuperación del balcánico, prevista en un inicio para marzo. El trabajo de Modric, siempre muy profesional, podría acortar los plazos y reducir su lesión en un mes. Tal vez en febrero, Kroos podría tener un sustituto o un compañero de confianza.

Mientras tanto, el Real Madrid, sin el germano al cien por cien, tendrá que afrontar un mes clave en la temporada. Su primer reto llegará ante el Espanyol y el más importante dentro de una semana otra vez contra el Atlético de Madrid. Kroos tiene poco tiempo para coger aire. Y, sin Modric, menos aun.