Así jugó el Real Madrid la final de la Copa del Rey disputada el miércoles en Mestalla ante el Barcelona (1-2).

Iker Casillas (7): Muy concentrado todo el partido comenzó saliendo rápido ante Messi y lo acabó agradeciendo la fortuna que toda su carrera le ha acompañado en las grandes citas, cuando a segundos del final el poste evitó el empate de Neymar. En el primer acto no fue exigido, solo un testarazo blando de Alba y en la segunda respondió bien ante las llegadas azulgranas.

Carvajal (8): Lanzó presión en campo rival cuando el Real Madrid comenzó arriba buscando el primer gol y en el nuevo escenario tras marcarlo con pocas incorporaciones al ataque pero precisas. Firmó el partido que necesitaba en una final para consagrarse ante la ausencia de Arbeloa por lesión.

Pepe (8): Sacó todo por arriba menos el saque de esquina que acabó en el gol del empate. Pidieron su expulsión por una falta a Messi en la frontal pero tuvo la virtud de controlarse jugando condicionado y acudiendo siempre a la pelea.

Sergio Ramos (8): firmó una final inmaculada. Líder de la defensa para mantenerla unida en la colocación, dando una clase de anticipación al rival y sabiendo leer el partido a la hora de sacar el balón jugado.

Coentrao (8): su temporada irregular quedó en el olvido en un partido en el que se multiplicó en labores defensivas en el lateral izquierdo.

Xabi Alonso (7): ejerció su papel de líder del centro del campo, construyendo con rapidez cuando el balón pasó por sus pies y vaciándose en labores defensivas para mantener el equilibrio del grupo.

Luka Modric (7): corrió más kilómetros que ninguno dejándose todo tras el balón cuando lo tuvo el Barcelona y lanzando ataques en cualquier rincón del campo en el momento que el esférico pasó por sus botas.

Isco Alarcón (9): La muestra de su crecimiento llegó en el gol que marcó la final, el primero, que nació de un robo suyo a Alves para lanzar con un pase medido al espacio un contragolpe perfecto.

Di María (9): otra vez apareció cuando más le necesitaba el Real Madrid, otra vez en Mestalla, el escenario donde un pase preciso a la cabeza de Cristiano Ronaldo dio la última final ante el Barcelona.

Bale (9): Cuando el Barcelona apretaba en busca de la remontada tras empatar, enganchó la pelota y no la soltó. Recorrió todo el campo a la velocidad de un tren y con la convicción de marcar uno de los goles de su carrera. Nadie pudo derribarle, explotó su punta de velocidad y batió por debajo de las piernas a Pinto. La modificación táctica de Ancelotti le condujo a jugar de segundo punta y brilló como nunca. Monopolizó gran parte de las ocasiones de su equipo, en ocasiones pecó de egoísmo pero al final encontró su premio más deseado.

Benzema (8): Así regaló el primer gol a Benzema. Con su equipo atrás supo dar una salida de oxígeno a sus compañeros. Rozó el segundo gol a los 66 minutos y perdonó la sentencia a tres del final tras una bonita bicicleta probando abajo a Pinto.

Illarremendi (-): jugó los seis últimos minutos para aumentar la presencia de centrocampistas en el Real Madrid e intentar quitar el balón a un Barcelona volcado.

Casemiro (-): entró para perder tiempo cuando restaban dos minutos para el final del partido.

Varane (-): saltó al césped en el minuto 90 para acabar de encerrarse el Real Madrid en su terreno y contar los segundos hasta el final del partido.

EFE