El español se medirá en la próxima ronda al checo Tomas Berdych, a quien ha superado en los últimos 11 duelos que han disputado.

La rivalidad entre Nadal y Federer ha deparado 29 enfrentamientos, resueltos hasta ahora con 19 victorias para el mallorquín.

Con este resultado, ambos tenistas poseen un registro de 6 victorias y 6 derrotas el uno frente al otro en cemento.

El helvético se caracterizó por un juego defensivo, buscando dejadas, evitando desplazamientos largos y cometiendo numerosos errores no forzados. Nadal tuvo dos bolas de set que no pudo concretar con saque del suizo, pero cuando fue su turno dispuso de dos pelotas decisivas más y ahí concreto el primer paso hacia la victoria.

A pesar de los 4 puntos de saque directo del suizo, Nadal dominaba con 11 golpes ganadores y 8 errores no forzados, la mitad que el número dos del mundo. Federer no disfrutó de un solo punto de rotura en esa manga.

Espoleado por la situación, Nadal no se detuvo y abrió fuego en el segundo set con una nueva rotura de saque para colocarse con 3-0. La cara del mallorquín mostraba una gran satisfacción, pero también el conocimiento del estado de su contrincante.

En ese momento Federer logró su primera oportunidad de romper el servicio a Nadal, neutralizada por el español con un potente saque. Obtuvo una más a continuación y al fin llegó el anhelado “break” para el suizo, que comenzó a recortar la desventaja (3-2).

El amago de reacción se quedó en eso. Nadal se mantuvo firme y continuó el acoso y derribo ante el cuatro veces ganador en el desierto californiano. El balear se mostró sin piedad con la tercera opción de rotura de saque en el set y se colocó con 5-2.

Llegado el momento decisivo, se llevó el juego con claridad y puso su firma a un resultado que supone una enorme inyección de moral. EFE