Lo cortés no quita lo valiente. Neymar, el futbolista más requerido por los clubes más poderosos del mundo, exageró la manera de proteger el balón y aplicó un codazo en el rostro del seleccionador ruso, Anyukov, en duelo amistoso que enfrentó a ambas selecciones en Londres.

Por cierto, el experimentado árbitro inglés, Howard Webb, no mostró la tarjeta amarilla.

Sin embargo, Neymar reconoció su mala acción y pidió disculpas a Anyukov, quien aceptó el gesto del jugador del Santos.